MIÉRCOLES DE CENIZA

En la Iglesia Católica la celebración litúrgica más importante es la de Pascua de Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y por eso es que le dedica un tiempo de preparación que dura cuarenta días. Este tiempo que le precede y que ayuda a la preparación recibe el nombre de Cuaresma. La preparación se inicia con una celebración cuarenta días antes del domingo de Ramos, en un día que coincide con un miércoles.

Este día se llama tradicionalmente "Miércoles de ceniza", porque en él se bendice y se impone ceniza sobre la cabeza de los fieles que concurren a la Iglesia. Es una jornada de especial austeridad, y todos los católicos que tienen entre dieciocho y cincuenta y nueve años cumplidos están obligados a observar la ley del ayuno, y todos los mayores de catorce años no pueden comer carne o deben realizar alguna otra obra penitencial.

La Iglesia impone estas obligaciones en este primer día del tiempo de Cuaresma, pero se nos aconseja a todos que durante este período anterior al domingo de Pascua mantengamos el mismo espíritu de penitencia y recogimiento.

La costumbre de bendecir e imponer la ceniza a los fieles proviene de la época en que los pecadores públicos se disponían durante estos días, mediante una intensa penitencia, a recibir la absolución el jueves santo. Los que habían cometido delitos co­nocidos por todos, concurrían a la Iglesia y en presencia de toda la comunidad recibían la ropa que significaba su estado de peni­tentes: una túnica de tela grosera, como arpillera, y ceniza sobre su cabeza y sus ropas.

Colocarse ceniza sobre la cabeza es signo de gran humillación, porque todos cuidamos el cabello, lo peinamos y tal vez lo perfumamos, tratamos de llevar la cara limpia, y las mujeres además suelen embellecerla por medio de cosméticos. Si en vez de todo esto nos ponemos ceniza, esta­mos afeando lo que llevamos con más orgullo y cuidado.

El sacerdote, al ponernos la ceniza sobre la cabeza, nos dice algunas palabras tomadas de la Biblia. Pueden ser las que Dios dijo al hombre después del primer pecado, y que nos recuerda nuestra condición de mortales: "de polvo eres y al polvo volve­rás". También pueden ser las de la primera predicación de Je­sús y que nos introducen en el espíritu que tiene que dominar durante toda la cuaresma: "Conviértete y cree en el Evangelio".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola P.Pablo! Empezamos hoy la cuaresma, que nos recuerda los cuarenta dias de Jesús por el desierto y la tierra prometida de Israel.
Que vivamos con mayor sentido este tiempo y nos preparemos para vivir la Pascua con la mas grande alegría.
Gracias por los textos informativos, cada dia aprendemos un poquito mas a traves de su página.
Que Dios lo Bendiga!
S.J.N

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