El Martín Fierro (la obra)

El Martín Fierro es sin dudas una de las obras fundamentales del patrimonio cultural de la República Argentina, cuyo autor es José Hernández (1834-1886). La obra consta de dos partes: "El Gaucho Martín Fierro", escrita en 1872 y "La Vuelta de Martín Fierro" que data de 1879. Se puede decir que es la obra cumbre de este autor argentino.

Esta historia épica y popular es una obra clásica ya que trata de cuestiones universales como la vida, la muerte, la libertad y el destino del hombre.


José Hernández (el autor)

Nació en los caseríos de Perdriel, en la Chacra de su Tío Don Juan Martín de Pueyrredón, el 10 de noviembre de 1834, durante el gobierno de Don Juan Manuel de Rosas. Educado en el Liceo de San Telmo, en 1846 fue llevado por su padre al sur de la provincia de Buenos Aires, donde se familiarizó con las faenas rurales y las costumbres del gaucho.

La lucha política caracterizó su vida. En 1858, junto con varios opositores al gobierno de Alsina emigró a Paraná, intervino en la Batalla de Cepeda y también en la de Pavón en el bando de Urquiza. Inició su labor periodística en el Nacional Argentino, con una serie de artículos en los que condenaba el asesinato de Vicente Peñaloza, publicados como libro en 1863, bajo el título de Vida del Gaucho. En 1868 editó el diario El Eco de Corrientes y un año más tarde En el Río de la Plata, donde publicó artículos referidos a la cuestión del gaucho y de la tierra, la política de fronteras y el indio, temas que articularía literariamente en el Martín Fierro. Participó en el levantamiento del Coronel López Jordán contra el gobierno de Sarmiento en Entre Ríos, y de regreso a Buenos Aires, en el Gran Hotel Argentino de 25 de mayo y Rivadavia, terminó de escribir El Gaucho Martín Fierro, editado en diciembre de 1872, por la imprenta La Pampa. Tras su onceava edición, en 1879 publicó La Vuelta de Martín Fierro. Fue diputado provincial y en 1880, siendo presidente de la Cámara de Diputados, defendió el proyecto de federalización, por el cual Buenos Aires pasó a ser la capital del país. En 1881 escribió Instrucción del estanciero y fue elegido senador provincial, cargo para el cual fue reelecto hasta 1885. El 21 de octubre de 1886 falleció en su quinta de Belgrano.

Un poco de Historia (contexto socio-histórico)

En la historia al gaucho se lo juzgaba como matrero y asesino, pero hay que hacerlo de acuerdo con la época, el ambiente y la sociedad en vertiginosa transformación en la que vivió.

Dice José Hernandez...

Y sepan cuantos escuchan
De mis penas el relato
Que nunca peleo ni mato
Sino por necesidad,
Y que á tanta alversidá
Sólo me arrojó el mal trato.

El gaucho habitante nómade de nuestro campo, tuvo su origen en el hombre vagabundo que se alejaba de las estancias para ir a las vaquerías", expediciones que se organizaban para aprovechar los animales chúcaros que pastaban sueltos en las llanuras.
Esta matanza y arreo de animales, reglamentada por el cabildo de Buenos Aires, llevaba periódicamente a la campaña un considerable número de hombres que se ejercitaban en las faenas rurales y adquirían destreza para dominar el caballo. Muchos de ellos perdieron contacto con la ciudad; a este núcleo humano se le sumó el "vaqueador" clandestino, el vagabundo de estancia y el desertor, los cuales, tratando de ponerse fuera del alcance de la justicia, provocaron ellos mismos su aislamiento del centro urbano y de la civilización.

Algunos aspectos importantes (breve análisis)

Para conocer mejor el Martín Fierro nos ayudará este análisis que tiene en cuenta algunos aspectos de la obra.

Podemos ubicar al texto temporalmente gracias a dos datos que se encuentran en el mismo. Se menciona la campaña del desierto de Roca de 1879 y a un ministro de guerra perteneciente al mismo período.

Podemos reconocer que se sitúa en la provincia de Buenos Aires dado que se hace referencia a la "planicie", a un árbol característico de la zona: el ombú y a los animales de la misma: mulita y avestruz entre otros.

Se puede calificar al texto como polifónico dado que se presentan muchas voces en el mismo. En la primera parte hablan Fierro, Cruz y un narrador, y en la segunda hablan Fierro, sus dos hijos y el moreno. Fierro se nombra a sí mismo en tercera persona, lo cual es característico del período literario en el que ubicamos a su autor, José Hernández.

El canto, las diversiones y el tararear del gaucho son muy importantes en los momentos de triunfo, y el elemento utilizado para esto es la guitarra.

"Que no se trabe mi lengua
ni me falte la palabra;
el cantar de mi gloria labra
y poniéndome a cantar,
cantando me han de encontrar
aunque la tierra se abra."

El texto está relacionado con el tema de la búsqueda de una identidad. Se pretende crear un estereotipo de gaucho, altanero y luchador, que ve la vida con pesimismo y se queja de la sociedad de su época, se lamenta por haber perdido aquél feliz ayer y sufre una actual desgracia permanente. Martín Fierro se convierte en un héroe mítico, adquiere el saber y la experiencia durante su camino, para luego transmitirlos en forma de consejos a sus hijos.

Las clases sociales que se encuentran representadas en la obra son tres: la de los plebeyos, que es la masa del pueblo; la aristocrática, la cual es pura y letrada; y por último una denominada mezcla que contiene elementos de las dos mencionadas anteriormente.

Uno de los temas que aparecen en el texto, es el del indio. Se lo caracteriza como vago, ladrón, asesino y saqueador.

"Y cuando se iban los indios
con lo que habían manotiao,
salíamos muy apurados
a perseguirlos de atrás;
si no se llebavan más
es por que no habían hallao.

Allí si se ven desgracias
y lágrimas y afliciones;
naides le pida perdones
al indio, pues donde dentra
roba y mata cuanto encuentra
y quema las poblaciones.

No salvan de su juror
ni los pobres angelitos:
viejos, mozos y chiquitos
los mata del mesmo modo;
que el indio lo arregla todo
con la lanza y con los gritos.

Tiemblan las carnes al verlo
volando al viento la cerda,
la rienda en la mano izquierda
y la lanza en la derecha:
ande enderiesa abre brecha
pues no hay lanzazo que pierda."

"Y el indio es como tortuga
de duro para espichar;
ni siquiera se le encoge:
luego sus tripas recoge
y se agacha a disparar.
Hacían el robo a su gusto
y después se iban de arriba;
se llebavan las cautivas
les descarnaban los pieses
a las pobrecitas, vivas."

"El indio pasa la vida
robando o echao de panza;
la única ley es la lanza
a que se ha de someter;
lo que le falta en saber
lo suple con desconfianza.

fuera cosa de engarzarlo
a un indio caritativo;
es duro con el cautivo,
le dan un trato horroroso,
es astuto y receloso,
es audaz y vengativo."

"Su pretensión es robar,
no quedar en el pantano;
viene a tierra de cristianos
como furia del infierno;
no se llevan al gobierno
porque no lo hallan a mano."

El gaucho trata de evitarlos para no tener que enfrentarse a ellos.

"No teníamos más permiso
ni otro alivio la gauchada,
que salir de madrugada
cuando no había indio ninguno,
campo ajuera, a hacer boliadas
desocando los reyunos."

A pesar de que el gaucho, por ser gaucho, cree que es invencible, y que puede luchar contra todo, consiguiendo un exitoso final.

"Yo soy toro en mi rodeo
y torazo en rodeo ajeno;
siempre me tuve por güeno
y si me quieren probar
salgan otros a cantar
y veremos quién es menos.

No me hago el lao de la güeya
auqnue vengan degoyando;
con los balndos yo soy balndo
y soy duro con los duros,
y ninguno en apuro
me ha visto andar tutubiando.

En el peligro ¡que Cristo!
el corazón se me enancha,
pues toda la tierra es cancha,
y de esto naides se asombre;
el que se tiene por hombre
donde quiera hace pata ancha.

Soy gaucho y entiendanló
como mi lengua lo esplica:
para mí la tierra es chica
y pudiera ser mayor;
ni la víbora me pica
ni quema mi frente el sol."

Al indio se lo ve como mal jefe de familia, e inclusive abusador y golpeador.

"Si ven crecido a su hijito,
como de piedá no entienden,
y a súplicas nunca atienden,
cuando no es éste es el otro,
se lo quitan y lo venden
o lo cambian por un potro.

En la crianza de los suyos
son bárbaros por demás;
no lo había visto jamás:
en una tabla los atan,
los crían ansí, y les achatan
la cabeza por detrás."

"Esos horrores tremendos
no los inventa el cristiano.
"Ese bárbaro inhumano",
sollozando me lo dijo,
"me amarró luego las manos
con las tripitas de mi hijo"."

Un recurso muy utilizado es la animalización, por medio de la cual se caracteriza a personas con animales. Aquí este recurso tiene una connotación negativa, y es usado generalmente cuando los gauchos se refieren a los indios.

La autoridad se ve representada por el comandante, el gobierno, la policía y el juez. El gobierno pertenece a la ciudad, por lo tanto es letrado. En cambio, el policía y el juez pertenecen al campo y son iletrados.

"No hay que pedirle favor
ni que aguardar tolerancia;
movidos por su inorancia
y de puro desconfiaos,
nos pusieron separaos
bajo sutil vigilancia."

Martín Fierro se resiste a la autoridad; esto se ve demostrado en el momento en que los indios ejercían autoridad sobre ellos cuando se demuestran totalmente disgustados con la situación. Muestra su descontento al matar al indio que maltrata a su familia.

"En tamaña incertidumbre,
en trance tan apurado,
no podía, por de contado,
escaparme de otra suerte
sinó dando al indio muerte
o quedando allí estirado."

"A la primer puñalada
el pampa se hizo un ovillo:
era el salvaje más pillo
que he visto en mis correrías,
y, a más de las picardías,
arisco para el cuchillo."

Martín Fierro posee una gran amistad con Cruz, desde su primer encuentro están siempre juntos recorriendo las pampas. Cuando Cruz muere por la epidemia en la aldea de lo indios, fierro lo siente muchísimo dado que le tenía un gran afecto.

"Ya conoce, pues quien soy;
tenga confianza conmigo;
Cruz le dio mi mano de amigo
y no lo ha de abandonar.
juntos podemos buscar
pa los dos un mesmo abrigo.
Andaremos de matreros
si es precioso pa salvar;
nunca nos ha de faltar
ni un güen pingo para juir
ni un pajal ande dormir,
ni un matambre que ensartar."

En conclusión, todo el poema está impregnado de denuncia social y encierra grandes verdades políticas como la falta de educación, la mala organización judicial y militar, la deficiencia de la policía rural y, sobre todo, un profundo resentimiento de la clase popular de campaña contra las clases urbanas. El lenguaje del libro es un claro exponente del habla rural.

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