DEFENDAMOS LA VIDA

La vida del ser humano se inicia con la fecundación del óvulo por el espermatozoide y se mantiene su identidad en todas las fases de su desarrollo hasta su extinción natural.

HISTORIA DE UNA VIDA

La historia demuestra de un modo irrefutable que desde el momento de la fecundación, hay un ser humano vivo dentro del seno de la madre.

Aún no ha confirmado la mujer que está embarazada, y el minúsculo corazón del niño ya está latiendo.

A la edad de un mes, el nuevo ser humano mide cuatro milímetros y medio y sus brazos, sus piernas, su cabeza y su cerebro están ya esbozados.

Cuando tiene ya un mes y medio su cerebro ha empezado a funcionar.

A los dos meses ya mide alrededor de tres centímetros. Cabría plegado, en una cáscara de nuez. Dentro de una mano cerrada sería invisible y ese puño cerrado lo aplastaría por inadvertencia.

A los tres meses ya comienza a conocer la voz de su madre. Ya vuelve la cabeza, frunce las cejas, cierra los puños, sonríe, abre la boca y se consuela tomando un trago de líquido amniótico en el que nada, a veces vigorosamente.

A los cuatro meses levantará las manos para evitar que la luz le deslumbre: puede escuchar música, es capaz de chuparse el dedo y puede llorar.

A los cinco meses ya le aparece el pelo, pesa 500 gramos y mide 30 centímetros. Ya falta menos para nacer.

A lo nueve meses sale del seno materno -decidiendo él mismo el momento-,... sigue creciendo y su vida continúa.


“La ciencia humana y el sentido común prueban que la vida humana comienza en el acto de la concepción y que en este mismo momento están presentes en potencia todas las propiedades biológicas y genéticas del ser humano”CONSEJO DE EUROPA (Resolución nº 4.376, Asamblea del 4-X-82).

ORACIÓN POR LA VIDA
Oh María, aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes, a Ti confiamos,
la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia
o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.

JUAN PABLO II


Mira este video y encontrarás un mensaje muy bello y alentador

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