"... recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra". (Hechos 1, 8)

A partir del Bautismo, el Espíritu divino habita en el cristiano como en su templo. Gracias a la fuerza del Espíritu que habita en nosotros, el Padre y el Hijo vienen también a habitar en cada uno de nosotros.

La vida del cristiano es una existencia espiritual, una vida animada y guiada por el Espíritu hacia la santidad o perfección de la caridad. Gracias al Espíritu Santo y guiado por Él, el cristiano tiene la fuerza necesaria para luchar contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios.

Para que el cristiano pueda luchar, el Espíritu Santo le regala sus siete dones, que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu. Los dones son: don de sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

Mira este video y en tres minutos sentirás que el Espíritu Santo está animando tu vida. Hazlo cada vez que te sientas triste, deprimido/a, o desanimado/a



"El Espíritu Santo como fuerte huracán hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando con nuestras solas fuerzas". -Sta. Teresa de Ávila

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