FRUTOS y DONES de la PASCUA
A lo largo de la cincuentena pascual iremos descubriendo los frutos y dones de la Pascua o del Resucitado. Estos que vemos aquí son los principales y conocidos pero no todos. Cada uno debe buscar qué otros efectos ha dejado la Pascua en su vida.
Presencia del Resucitado. Se hace presente en medio de los discípulos cuando están con las puertas cerradas. Estará siempre que los discípulos estén reunidos en su nombre.
Encuentro con Él. Jesús se deja ver y no es sólo para contemplarlo, sino más bien y sobre todo para que se produzca un encuentro con las personas que lo vieron.
Visión de la fe. Se deja ver por los sentidos pero también con los ojos de la fe. Sabemos que hay testigos oculares como los hay también los que creen sin haber visto.
Don de la Paz. Jesús resucitado se aparece en medio de los discípulos comunicándoles la paz. El miedo, la angustia y el dolor les habían quitado la paz.
Don de la alegría plena. Los discípulos al ver al Señor se llenaron de alegría. Estaban tristes por la muerte y ahora se alegran porque lo ven que está vivo.
Comunión - Eucaristía. Sigue compartiendo la mesa material pero también la espiritual y nos pide que lo hagamos en memoria suya.
Perdón – Reconciliación. Un acto tan grande de reconciliación en la cruz exige a todo discípulo vivir reconciliado con Dios y en el mundo ser instrumento de reconciliación.
Nueva vida. Jesús alcanza una categoría nueva: la de los resucitados pero hasta el momento Él es el único. Nosotros debemos comenzar a vivir una vida nueva acompañada de la gracia y el amor de Jesús.
Fe y esperanza. Son pocos los que pudieron verlo al Señor resucitado y hablar con él. En la historia de la Iglesia son millones los que hablaron y hablan con él, movidos por la fe y la esperanza.
Solidaridad. Jesús es el Salvador de toda la humanidad porque se hizo solidario con todos nosotros. Como somos portadores de Cristo, todos nuestros pensamientos y actitudes deben ser de solidaridad.
Servicio. En todo momento jesús se manifiesta servidor del Padre Dios y de los hombres, para eso había venido. El lavatorio de los pies es el mejor ejemplo.
Valentía – coraje. El miedo ha llevado a los discípulos a ocultarse y encerrarse, mientras que el Espíritu del Resucitado los fortalece y los hace valientes.
Perseverancia. El que persevera hasta el fin triunfará es una frase que el Maestro llevó a cabo en su vida. La victoria pascual nos enseña que nuestra meta hacia Cristo es irrenunciable.
Martirio. Este es el don que expresa el más alto grado de la fe. Son incontables los que dieron la vida por Cristo, ya que Él la había dado antes por nosotros.
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